domingo, 25 de agosto de 2013

Al final todo termina, incluso el amor.

Acabamos de conocernos, quizá no volvamos a vernos nunca, quizá formemos una familia o quizá nos odiemos. No sabemos mucho el uno del otro, más que la existencia de cada uno y el aspecto físico que mantenemos, intentaremos hablar dos o tres veces hasta que se nos haga en algo tan normal que aburra, yo me engancharé a tu sonrisa y tú pasarás de mi haciéndote la interesante, aunque realmente mueres por mí y yo por ti. Intentaré pedirte consejo con las mujeres haciéndote picar y ponerte celosa, me darás falsos consejos. Pero realmente todo empezará con una broma, con un te quiero después de un buenas noches o un adiós que ninguno se atreve a decir, pero un día yo tomaré la decisión de decírtelo, contestarás tarde, tan tarde que no podré leerlo hasta la mañana siguiente, lo tenías todo calculado, me despertarás con un "yo más idiota". Sonreiré a una pantalla y miraré al techo. Te daré los buenos días y te preguntaré qué tal has dormido, y así durante 365 días y 365 noches.
Hasta que un día nos peleemos, ¿quién era esa?, ¿Por qué te abraza ese chico? Ya no tienes tiempo para mí, no te veo nunca. Dejaremos de hablar por tonterías y las peleas serán cotidianas. Llegará el momento en el que la conversación pasará a ser un "-Hola, ¿qué tal? -Bien ¿y tú? -Muy bien. Me alegro. -Y yo." Y ahí nos preguntaremos que pasó con nosotros, dónde quedó lo nuestro, nuestras llamadas de 5 o 6 horas hasta las tantas de la mañana, dónde quedaron las risas y los besos, los momentos de abrazos interminables y despedidas que no querían acabar, nos preguntaremos cómo nos pudimos querernos tanto y olvidarnos tan rápido el uno del otro.
Nos veremos por la calle de vez en cuando y siempre se nos escapará una sonrisa, una mirada y una lágrima por ese orden. Y después de eso uno de nosotros madurará y la próxima vez que nos veamos ni nos miraremos, no habrá nada, todo habrá quedado en un bonito recuerdo, en una experiencia más.
Pasarán los años, cada uno seguirá con su vida, nos echaremos un par de novios pero acabaríamos cortando por que los comparábamos con nosotros.
Al poco de cortar con nuestra última pareja tú entrarás en un café, pedirás un capuccino con mucha espuma y sin darte cuenta te tropezarás con mi mochila, te enfadarás y yo te pediré disculpas y me iré. Pasarás el resto de la semana preguntándote si realmente era yo, hasta que por fin volveremos a vernos, en una estación de Barcelona, se te iluminará la cara y vendrás a abrazarme soltaré mis cosas y te abrazaré, pero mi tren se va y con el las segundas oportunidades que nos da la vida, pero antes de morir nos veremos una última vez yo te diré que te quise siempre y tu llorarás nos besaremos y volveremos a desaparecer el uno del otro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario